Pensé que estaría más entera, pero, cierto es, que aun sigo...

Pensé que estaría más entera, pero, cierto es, que aun sigo pensando en compartir contigo, todo y más. Sigo con el impulso diario de coger el móvil para mandarte un audio diciéndote que “hueles a culo, porque tu cara es un ojete…” que “Chucho y tú sois como Maricón y Tontico”, que hemos ido a comer un buen churrasco y que ahora mismo me muero de ganas por volver a tomar tu puré… pero no estás…
Mañana se cumple un mes de esas tus últimas, fugaces y eternas horas… a pesar de ver cómo te ibas en la sala del hospital, lo siento pero aun no me lo creo.
…Esta foto debe tener cerca de 20 años, qué guapos estabais el abuelo y tú, aun puedo escuchar el rebumbio de esas reuniones, los bostezos del abuelo con su “Mirieta poquerías” y tus réplicas “ mamámoletia fijaté, fijaté”… Mi primera noche buena ti, sin lanzar ese pan, sin cantar nuestro gran hit navideño de “Yo soy Epi , tú eres Blas, yo soy tonto, tú eres más…” , sin q me frunzas el ceño mientras me cuentas una milonga, sin “a ver hombre!”… Ojalá q todo esto sea una de tus bromas que tanto te gustan,… (te gustaban, le gustaban… narrarle en tercera persona es casi como provocar el olvido, y no quiero…)
Quisiera, desearía, por favor, q se abriera la puerta y entraras llamándome “panoli” palmeando acompañandote de esa risa forzada y absurda del “atún de la atunera” para q quebrara de una vez por todas este tremendo dolor y este inmenso vacío que has dejado en todos.
Te debo la niña perenne que siempre ha habido en mí, aunque q desde que ya no estás, siento que se perdió contigo cuando dejaste de respirar.
Y sí, no lloré, te miraba y no podía dejar de hacerlo mientras despegabas esta vez tú al espacio, espero que te hayan abierto las puertas del cohete y no te dejaran a la espera de poder salir de tu nave o aterrizar como me hacías cuando era canija.
Llevo varios días escuchando tus audios pq todavía necesito oírte y necesito que me hagas reír como solamente tú has sabido hacer… pero rápido se desdibuja al darme cuenta de que ya no estás, de que ya no estarás… y esto me destroza.
Felices fiestas barbapapá. Cuídate mucho que eres piquiñito.
Te echo de menos.
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